En España, dentro de doce meses, el mercado de la deuda hipotecaria, básicamente el secundario, registrará un repunte del 40% sobre la cifra que se mueve actualmente de unos 84.400 millones de euros -el 7% del PIB-.
Para Miguel Arimont, CEO de la compañía, uno de los principales objetivos del inversor será diversificar su cartera, pero ello también vendrá dado por la irrupción en el mercado de nuevos activos como las naves industriales o los locales comerciales, ya sean de retail o de actividades del sector de la restauración, uno de los más castigados por la crisis actual.