Entre las consecuencias de la pandemia, tenemos las provocadas en el sector inmobiliario, ya que la COVID-19 provocará una caída entre el 5% y el 10% en el precio de los alquileres durante la época estival.
Para Laia Comas, CEO de la compañía, “el aumento de la oferta y el cambio de las necesidades de la demanda son dos factores claves que inducirán a una bajada de los precios del alquiler. Tras la experiencia vivida con el coronavirus, las preferencias del demandante han variado. Se ha vuelto más exigente y busca alojamientos con unas características muy concretas. No se conforma con cualquier vivienda”.