El crecimiento de los esports en los últimos años está dando mucho que hablar. Es una industria ya consolidada, cada vez más profesionalizada y que no para de crecer, con previsiones de contar con más de 700 millones de espectadores para finales de 2021, una facturación más de mil millones de euros para este año y más de 1,5 mil millones de euros para 2023. Ya es un fenómeno mundial, que cuentan con una audiencia diversificada y comprometida, de diferentes edades y géneros.
La pandemia también ha tenido mucho que ver en el crecimiento del último año, ya que, debido a las diferentes restricciones en la mayoría de los países del mundo, los deportes electrónicos se volvieron el foco de entretenimiento del mundo competitivo.
Durante este período, los deportes tradicionales han tenido que parar, prácticamente, de manera integral su actividad. Ya los esports han podido adaptarse y evitar un mayor impacto de la pandemia. Con la cancelación de la mayoría de los eventos presenciales, los torneos online han seguido su curso normal y aquellos que no lo eran se han adaptado a este modelo, convirtiéndolo en una de las principales formas de entretenimiento durante la pandemia.
El crecimiento del ecosistema de los esports durante estos tiempos, también viene de la mano del impulso que han tenido las plataformas de streaming durante este período. Twitch, la principal plataforma de streaming del mundo gamer, es el gran ejemplo de ello. El canal donde se pueden ver los torneos y acompañar a los principales jugadores e influencers de la industria jugando en directo, ha disparado sus cifras en el último año con una mejora de un 97% interanual y ocupa un 72,3% de cuota de mercado en cuanto a visualizaciones, un crecimiento que tiene previsión seguir en los próximos años, gracias a los mercados de América Latina, Asia Pacífico y África.
¿Qué importancia tienen los streamers para la industria?
Una de las piezas más importantes y que cada vez tiene más relevancia dentro del ecosistema de los esports y su crecimiento son los streamers y los creadores de contenido. En el último año, se ha visto un gran incremento por parte de las organizaciones de deportes electrónicos en la contratación de reconocidos nombres del sector para formar parte de ellas. Algunos endémicos, que ya producen contenido en relación con el sector gaming y los esports, tenemos el ejemplo de Ibai Llanos en G2 Esports, y otros que no tanto, como el cantante Kant en Furia Esports.
¿Pero a qué se debe este fenómeno? y ¿por qué las organizaciones invierten tanto en estos personajes? La respuesta es sencilla, pero al mismo tiempo curiosa. El contenido de estos personajes es muy variado, va desde la retransmisión de torneos, gameplays en directo y creación de contenido para las diferentes redes sociales, pero con una cosa en común, una audiencia grande, conectada y activa, en otras palabras, una gran fanbase. Claramente la captación de esta audiencia es lo que hace que estos sean tan importantes y relevantes en la industria, pero hay un factor que va un poco más allá y que tiene mucha relación con los deportes tradicionales.
A diferencia de los deportes tradicionales, como el fútbol o el básquet, los esports no cuentan con equipos de más de 20 o 30 años, con una gran tradición, donde hay un sentimiento de pertenencia por parte de sus aficionados, algo que, por ejemplo, se pasa de padre para hijo entre generaciones. Los esports aún están lejos de llegar a este nivel, y es ahí donde los streamers juegan un papel fundamental.
En los deportes tradicionales, nos aficionamos a un equipo por el sentimiento de pertenencia a un grupo determinado (la familia, a la ciudad, la región, etc), hecho que poco a poco se está estableciendo en los esports. Por un lado, debido a lo novedosa que es la industria, estos patrones aún no se han establecido del todo y no encontramos muchos aficionados a un equipo determinado. Por otro, está la gran cantidad de equipos que existen con éxitos fugaces que luego pierden relevancia, impidiendo que se cree este vínculo tan necesario para las organizaciones a largo plazo.
Es ahí donde está el gran reto para los equipos, que buscan superarse con la contratación de streamers e influencers que ayuden a crear esta comunidad de fans tan necesaria para tener un crecimiento sostenible y generar el sentimiento de pertenecía del equipo.
Buscan, mediante la integración de estos personajes en las organizaciones, el crear este vínculo entre su audiencia y el equipo, transformándolos en aficionados, haciéndolos sentir que pertenecen al mismo grupo (equipo) que sus ídolos. Este es papel principal que están jugando los streamers en las organizaciones de esports, con su contratación buscan establecer una relación entre su audiencia y el equipo, que estos se vuelvan sus fans, hecho necesario para la supervivencia y expansión de las organizaciones, y para el crecimiento continuo de los esports.
Account Executive de The White Rabbit